La tradición puede renovarse en pequeños gestos sin alterar la esencia. Nos acercamos a un paraje absolutamente singular y enormemente protegido con la sensación de que aún podemos aportar algo. Revitalizar un interior costumbrista ampliando los espacios y recrear un jardín en ladera fundiéndose con el paisaje que admira. La sección en combate contra la montaña rescata los rincones de la memoria. Cambiamos el lenguaje de la cerrajería desde el respeto a la calle en un casco histórico de rejería frente a un patio que se aleja buscando nuevas referencias. El agua, estática y en movimiento, evoca sonidos nunca olvidados…
Emplazamiento
Zuheros, Córdoba
Colaboradores
gv408arquitectos, Javier Sánchez Falquina (Paisajismo), Manuel Valencia Poyato (Aparejador)
A veces uno camina por ciudades en las que no hay nada que hacer porque otros ya lo hicieron muy bien y sólo vamos a estropearlas. En este caso creo que acertamos mirando detalles de carpintería tradicional y atendiendo al pasado para que nuestra presencia pasara totalmente inadvertida, sobre todo con esa imponente catedral al final de la calle. Sin embargo, cuando subimos por la escalera del siglo XIX, aparece un vacío para continuar como lo hacemos en nuestro tiempo, sin miedo a unir pasado y presente. Por eso había que vestirse con un traje al margen de la moda.